Todo inició cuando el pasado jueves 2 de junio, poco antes de salir al receso escolar, un compañero se dirigió al baño de hombres del segundo piso de la sede antigua, una vez allí, descubrió que los espejos del sitio se encontraban quebrados y dispersos por todo el suelo.
La reacción del estudiante fue avisar de inmediato al personal del aseo, el cual expresó que estos espejos se encontraban agrietados desde hacia algún tiempo y que tarde o temprano pasaría lo sucedido, ante este hecho es imposible no preguntarnos por el cuidado que estamos haciendo de nuestros espacios en el colegio, ¿por qué insistimos en deteriorarlos? ¿qué hace falta que aprendamos a cuidarlos como es debido?
Los espejos son una parte importante de nuestros baños y deben ser conservarse en buen estado para el bien de sus usuarios. La voz del estudiante indagó con algunas de las personas que vieron los espejos quebrados y éstos aseguran que se puede notar que recibieron impactos con algún tipo de objeto pesado como piedras.
Más allá de la razones que llevaron a las personas responsables del hecho a cometer tal irresponsabilidad, se espera que en el futuro antes de realizar este tipo de acciones se piense en que se puede llegar a afectar a toda una comunidad, es hora que pensemos como conjunto y hagamos lo que es mejor para todos.
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